lunes, 21 de marzo de 2016

No perdí a nadie, me perdieron


No perdí a nadie, me perdieron. Siempre me esmeré por dar lo mejor, me entregué sin condición, me arriesgué a todo por amor. Luché muchas veces con ese ser insoportable que llevaba dentro. Tenía miles de miedos y varios demonios internos; aun con todo eso, siempre estuve ahí; ahí mostrado y dando la mejor versión de mí.
No me arrepiento de lo entregado, mucho menos del tiempo dedicado. Me quedo con aquella tranquilidad de saber que todo lo que hice fue de buena intención, todo lo que di fue realmente sincero y de corazón. Hoy en día, sonrío y vivo feliz; porque yo jamás perdí, a mí me perdieron.


No hay comentarios:

Publicar un comentario