sábado, 30 de septiembre de 2017

Cuestión de tiempo


Todo es cuestión de tiempo...
del tiempo que das,
del tiempo que te dan,
del que dispones,
del que malgastas,
del que disfrutas,
todo es cuestión de tiempo,
es lo más valioso que tienes,
lo más valioso que te pueden dar...


domingo, 24 de septiembre de 2017

Quiero una vida de lujos


Quiero tener el lujo de vivir sin prisa de preparar y disfrutar mis alimentos con calma de dormir lo suficiente de tener tiempo para contemplar la vida
Quiero gozar el lujo de ser yo mismo de no sentir la necesidad de impresionar a nadie de seguir mis ideales de hacer las cosas que más disfruto y poder vivir de ellas
Quiero vivir con el lujo de no tener miedo de aceptar lo que venga de adaptarme a cualquier situación de no esperar nada de morir con una sonrisa
Y sobre todo quiero tener el lujo más grande de todos:el lujo de ser feliz ahora… con o sin lujos.


sábado, 9 de septiembre de 2017

Huele a ganas


Huele a hierba y calor. Huele a helado acompañado de las puestas de sol más cercanas a su salida de todo el año. Huele a pantalón corto y a cometer errores porque “qué más da, es verano”. Huele a las ganas de trasnochar, porque en verano no se dice “una más y nos vamos”. No. Nadie quiere irse nunca. Huele a la promesa de volver a la época en la que las preocupaciones eran, valga la redundancia, menos preocupantes. Huele a disfrutar en el césped, arena, toalla o donde se tercie porque la cosa está en tumbarse, disfrutar de los rayos tan ansiados durante los últimos meses y ver las nubes pasar. Huele a jugar con fuego porque es un amor de verano y nada más. Huele a sufrir unas rutinas de belleza bastante intensas. Huele a comilonas-siesta-chapuzón. Huele a la evolución de “benditos bares” a “benditas terrazas”. A sillas de metal que se oyen por toda la calle cuando te mueves un centímetro. A tinto de verano con chorrito de vermú. A cigarrito acompañado de café solo con hielo. Huele a convertir la calle en tu nuevo hogar porque es inconcebible estar entre cuatro paredes más de dos horas. Huele a dormir poco pero nunca estar cansado. Huele al asfalto recalentado de Madrid, del cual todos huimos a la más mínima. Huele a cielo eternamente azul. Huele a que tú te tumbes al sol y yo, fiel a mi tradición vampírica, me atrinchere en la sombra. Huele a la suma de ganas de comerse el mundo y carreteras interminables. Huele a juegos absurdos y encuentros “casuales” contigo porque son los que más nos divierten. Huele a fiesta, seamos sinceros, sin especificar hora del día porque todo es aceptable en verano. Huele a redescubrirse e inevitablemente re-conocerse a uno mismo. Huele a escenario, música en directo y pelos de punta. Huele a gente guapa porque todo el mundo está mejor con gafas de sol. Huele a camisas arremangadas, alpargatas y bermudas. Huele a tirantes finos, cuñas y faldas ibicencas. Huele a más tiempo para descubrir nuevos rincones y menos tiempo para trabajar. Huele a bancarrota por la unión de la poca fuerza de voluntad y las proposiciones de viajes irrepetibles. Huele a un verano distinto, mejor que el anterior y peor que el próximo. Huele a ir a por todas. De cabeza. Porque no conocemos otra manera. Huele a brisa salada, a tormenta sideral, a noches calurosas sin gota de viento. Huele a marca de bañador y a sombra de palmera. Huele a humo, a hoguera, a la mejor ecuación del mundo: barbacoa más toda la pandilla. Huele al gazpacho de tu abuela. Huele a chapuzones, a tirarse de cabeza, tanto en sentido figurativo como en el literal, y a cloro, que aunque nos dé la sensación de que nos están arrancando los ojos, nunca dejaremos de abrirlos bajo el agua, porque somos así de curiosos. Huele a esa colonia que no te puedes quitar de la cabeza. Huele a tres meses de relajación para los suertudos y a dos semanas de locura desenfrenada para nosotros, los pringados trabajadores. Buenoyqué. Las disfrutamos el doble. Huele a la mejor canción del verano de todas, el ruido de las chicharras, mientras exprimes lo poco que queda del día en el porche. Huele a protección solar. Huele a madres embadurnando a sus hijos en ella. Huele a la ausencia de voluntad y falta de responsabilidad cuando se te planta delante la combinación de piel morena y ojos claros. Huele a tormenta estival, la única del año en la que no te importa empaparte. Es más, quieres. Y luego a tierra mojada, uno de mis olores favoritos. Huele a que más de uno se tirará al agua con el móvil en el bolsillo. Y qué más da, es un aparato sobrevalorado. Huele a pecas en la nariz. Huele a fin de exámenes, horizontes sin fin y esperanzas por las nubes. Huele a castillos en el aire que, durante un tiempecito, se sostienen. Huele a cambio, que aunque no nos demos cuenta en el momento, siempre es a mejor. Huele a reggaetón saliendo a todo volumen por las ventanillas. Lo odio pero reconozco que sin él, es menos verano. Huele a paseos de madrugada, creyéndonos invencibles y lográndolo. Huele a que te pisen cuando llevas chanclas y cagarse en todos sus muertos. Huele a juegos de cartas durante horas, apuestas demasiado arriesgadas y decisiones mezcladas con alcohol, peligrosas pero divertidas, que rápidamente se solucionan tomando otra aun peor. Huele a que unas se pintan las uñas de los pies y otros se dejen esa barba de tres días. Huele a que definitivamente es mejor insinuar que enseñar. Huele a adrenalina temporal, ola de calor y confusión demasiado conveniente. Huele al miedo a acercarse a una fuente porque hay avispas a tutiplén. Huele a quemar tacón, mojar melena y gritar al viento. Huele a declaraciones de amor estrepitosas porque es el momento de jugársela a un todo o nada.

Huele a revolución veraniega, a rebeldes con la mejor causa del mundo, huele a living on the fucking edge.


sábado, 2 de septiembre de 2017

Sabias que..


Sabias que.. La palabra bruja, que en ingles se dice witch, deviene de una bella y antiquísima palabra y práctica egipcia, “Baq”.Significa varias cosas: Poder femenino, mujer de poder, mujer que conoce su poder y lo usa, mujer que conoce las palabras mágicas o de poder. O sea que bruja significa "Mujer Empoderada"

                                         (Myriam Wigutov)