domingo, 31 de mayo de 2015

Pensamiento15




El cofre de vidrio


Érase una vez un anciano que había perdido a su esposa y vivía solo. Había trabajado duramente como sastre toda su vida, pero los infortunios lo habían dejado en bancarrota, y ahora era tan viejo que ya no podía trabajar.
Las manos le temblaban tanto, que no podía enhebrar una aguja, y la visión se le había enturbiado demasiado para hacer una costura recta.
Tenía tres hijos varones, pero los tres habían crecido y se habían casado, y estaban tan ocupados con su propia vida que sólo tenían tiempo para cenar con su padre una vez por semana.
El anciano estaba cada vez más débil, y los hijos lo visitaban cada vez menos:
- No quieren estar conmigo ahora; se decía...
- Tienen miedo de que yo me convierta en una carga.
Se pasó una noche en vela pensando qué sería de él y al fin trazó un plan.
A la mañana siguiente, fue a ver a su amigo el carpintero y le pidió que le fabricara un cofre grande. Luego fue a ver a su amigo el cerrajero y le pidió que le diera un cerrojo viejo. Por último, fue a ver a su amigo el vidriero y le pidió todos los fragmentos de vidrio roto que tuviera.
El anciano llevó el cofre a su casa, lo llenó hasta el tope de vidrios rotos, le echó llave y lo puso bajo la mesa de la cocina.
Cuando sus hijos fueron a cenar, lo tocaron con los pies, y mirando bajo la mesa preguntaron:
 - ¿Qué hay en ese cofre?
El anciano respondió:
- ¡OH nada! Sólo algunas cosas que he ahorrado.
Sus hijos lo empujaron y vieron que era muy pesado. Lo patearon y oyeron un tintineo. Debe estar lleno con el oro que ahorró a lo largo de los años susurraron. Deliberaron y decidieron turnarse para vivir con el viejo, y así custodiar el "tesoro".
La primera semana el hijo menor se mudó a la casa del padre, lo cuidó y le cocinó.
A la semana siguiente, lo reemplazó el segundo hijo, y la semana siguiente acudió el hijo mayor. Así siguieron por un tiempo.
Al fin el anciano padre enfermó y falleció. Los hijos le hicieron un bonito funeral, pues creían que una fortuna los aguardaba bajo la mesa de la cocina, y podían costearse un gasto grande con el viejo.
Cuando terminó la ceremonia, buscaron en toda la casa hasta encontrar la llave, y abrieron el cofre. Por cierto, lo encontraron lleno de vidrios rotos.
- ¡Qué triquiñuela tan infame! exclamó el hijo mayor ¡Qué crueldad para con sus hijos!
- ¿Pero, qué podía hacer? - preguntó tristemente el segundo hijo
- Seamos francos. De no haber sido por el cofre, lo habríamos descuidado hasta el final de sus días. Estoy avergonzado de mí mismo -sollozó el hijo menor -. Obligamos a nuestro padre a rebajarse al engaño, porque no observamos el mandamiento que él nos enseñó cuando éramos pequeños.
El hijo mayor muy enojado, volcó el cofre para asegurarse de que no hubiera ningún objeto valioso oculto entre los vidrios, y los desparramó en el suelo hasta vaciar el cofre.
Los tres hermanos miraron silenciosamente dentro y leyeron una inscripción que el padre les había dejado en el fondo: "Honrarás a tu padre y a tu madre"


miércoles, 27 de mayo de 2015

Frase66


Frase65




Los dones de la vida


 Un día la Vida tomó la figura de un joven apuesto y se puso a caminar por el mundo. A la orilla de un bosque vio una cabaña, entró y encontró allí a un hombre pobre enfermo de elefantiasis: todos sus miembros estaban hinchados y tan deformes que se movía con mucha dificultad.

-¡Oh! ¿Que venturosos vientos te trajeron a mí? ¿Quién eres tú? -dijo el enfermo.

- Soy la Vida, -respondió el caminante. Algunos me reconocen cuando llego, pero no cuando vuelvo. Yo voy y vengo; volveré por estos lugares dentro de siete años.

¿Pero, por qué gimes tanto?

-Tengo una enfermedad horrible; ha destruido mi aspecto humano y me ha quitado la alegría de vivir. Ya no puedo más.

-Si quieres, -dijo la Vida, te curo. Pero tú me olvidarás.

-¡No! Le aseguró el enfermo. Guardaré eternamente en mi memoria a quien me cure y le estaré agradecido para siempre.

La Vida esparció un polvo misterioso sobre el enfermo, y éste quedó curado como por encanto. La Vida siguió su camino y enseguida llegó a la cabaña de un leproso.

-¡Oh! ¡Bendito tú que vienes a mí! -exclamó el leproso al ver al hermoso joven. ¿Puedo saber tu nombre?

-Yo soy la Vida -dijo el recién llegado. Algunos me reconocen cuando llego, pero no cuando regreso. Voy y vengo.

Volveré por estos rumbos dentro de siete años. Puedo curarte, ¿pero te acordarás de mí?

-No te olvidaré mientras viva -dijo el leproso.

 La Vida lo curó y siguió su camino. Al llegar a una aldea, se encontró con un ciego que buscaba el camino con un bastón. Cuando oyó pasos, se detuvo y preguntó.

-¿Quién va? ¡Cuidado con este pobre ciego!

-Yo soy la Vida. Algunos me reconocen cuando llego, pero no cuando vuelvo.

Curó también al ciego y desapareció. Pasaron los años, y a su tiempo, como lo había prometido, volvió, pero esta vez oculto bajo la figura de un ciego. Era ya tarde cuando llegó a la cabaña del ciego que había curado. Tocó a la puerta. No estaba, pero le abrió su esposa.

-Tenga piedad de este pobre ciego -dijo la Vida. Conozco a su esposo; ¿me puede dar un refresco mientras lo espero? Me basta con un poco de agua.

-Mi esposo es un verdadero tonto -refunfuñó la mujer. Trae a casa a cuanto pobre se encuentra.

Puso un poco de agua sucia en una vieja jícara y se la ofreció de mal modo al falso ciego. Por fin llegó el Señor de la casa, y la Vida se dirigió a él.

-Estoy de paso -dijo. ¿Puedes darme alojamiento hasta mañana?

El hombre murmuró algo, después extendió una estera en una esquina de la cabaña y dio al ciego un puñado de cacahuates. Cuando despuntó el alba, la Vida llamó a su anfitrión y le dijo:

-¿No te dije que algunos conocen a la Vida cuando viene pero no cuando regresa? Tú no me has reconocido, porque la ceguera se ha quedado en tu corazón, y volverá también a tus ojos.

Dijo esto y salió dejando tras de sí una polvareda. El hombre volvió a ser ciego, como siete años antes.
Cuando la Vida llegó a la cabaña del antiguo leproso, se cubrió de una lepra tan horrible que la seguían enjambres de moscas. Tocó a la puerta, pero aquel hombre, viendo al leproso, no lo dejó entrar y rehusó darle de comer porque estaba demasiado sucio.

-Te lo había dicho -le recordó el caminante. Algunos conocen a la Vida cuando viene, pero no cuando regresa.

Dijo y se marchó dejando tras de sí un reguero del misterioso polvo. El hombre ingrato se cubrió de nuevo de tanta lepra que la carne se le caía a pedazos.

Cuando llegó a la cabaña del antiguo enfermo de elefantiasis, la Vida se hinchó los miembros de tal modo que a duras penas podía caminar. Se asomó a la puerta y dijo:

-¡Buen hombre, un poco de refresco por caridad!

-¡Adelante! ¡Adelante! ¡Entra! -dijo el hombre, apresurándose a ayudar al fingido enfermo. ¡Oh! ¡Que desgracia! ¡Tan joven y tan enfermo! Yo también, hace tiempo, tuve esa fea enfermedad, pero pasó por aquí un buen hombre y me curó. Quizá...

Y mientras hablaba puso a cocer un plato de arroz, dio al enfermo nueces y una jícara llena de leche fresca, después preparó un asado de carnero y se ocupó de cuidar al enfermo.

En la mañana, la Vida se presentó como el joven hermoso que era y dijo:

-Tú has reconocido a la vida también a su regreso. No olvidas los beneficios recibidos y sabes socorrer a quien sufre lo mismo que tú has sufrido. Por eso permanecerás sano y gozarás de prosperidad.

El hombre quiso hacer un regalo a la Vida, unas vacas. Pero el joven se lo agradeció diciendo:

-No tengo necesidad de riquezas. Quiero que recuerdes una cosa importante: La Vida puede cambiar y traer hoy bienes y mañana males, pero con frecuencia depende de ustedes hacerla mejor o peor.


                                                                                        

viernes, 15 de mayo de 2015

Como duele el silencio



Como duele el silencio de esta noche callada.
El atardecer de lluvia, el invierno que penetra mis huesos con su frío. Ese frío que me hace sentir que estoy sola.
Como duele la ausencia de aquellos que me vieron recorrer las calles de mi pueblo.
Como duele tu recuerdo madre amada.
Como duele tu ausencia hijo. Como duele el amor que no e tenido. ...
Las felicidades lejanas.
Los sueños rotos.
Las promesas hechas al viento. Como duele llevar tu equipaje a cuestas señora soledad.
Como duele que seas la invitada de honor en mi vida.
Duele señora soledad que te sientes a mi mesa, te acurruques en mi casa, en mi cama. Que me mires con esos ojos siempre cómplices. Comprensivos cómo diciéndome siempre estaré contigo te miro cada noche y ya no te digo nada. Quédate es mejor tu compañía que saberse sin nada. 



Pensamiento13




Frase62




jueves, 14 de mayo de 2015

Luna...luna llena


Luna... Luna Llena
Llena de secretos y penas
no sabe estar callada
las confesiones secretas
las cuenta a los poetas...
De madrugada
y cuando amanace
ella desaparece
llena de lágrimas
sin entender nada
En su penitencia
llora llora llora
hasta volverse delgada


Frase61




Seguimos caminando



Quiéreme como si nunca me lo hubieras demostrado.
Hazme saber que esto sigue en pie, que seguimos caminando JUNTOS.
Que ninguno va atrasado.
Si vas por detrás, yo te espero,
Si vas por delante, espérame tu.
No me dejes sola. No me dejes caer en el error.
No caigas TU, necesito saber. Necesito CONFIAR,
Sujétame los pies a la tierra
Y dime que seguimos caminando ...


martes, 12 de mayo de 2015

Frase58




Frase57




La parábola de la rosa




Un hombre plantó una rosa y trabajó regándola constantemente.

Antes que de ella apareciese algún indicio, el la examinó y vió el botón que en breve abriría, mas notó espinas sobre el tallo y pensó,

"Como puede una flor tan bella venir de una planta rodeada de espinas tan
afiladas?"

Entristecido por este pensamiento, el se negó a regar la rosa y antes de estar pronta para abrir, ella murió.

Así sucede con muchas personas.

Dentro de cada alma hay una rosa:

Son las cualidades dadas por Dios.
Dentro de cada alma tenemos también las espinas:

Solo que falta que aparezcan nuestras rosas.

Muchos de nosotros nos miramos y vemos solo las espinas, los defectos.

Nosotros nos desesperamos, pensando que nada de bueno puede venir de nuestro interior.

Nos negamos a regar a cultivar dentro nuestro, y consecuentemente, eso muere.

Nunca percibimos nuestro gran potencial.

Algunas personas no ven la rosa dentro de ellas mismas.

Por lo tanto alguien mas debe mostrárselas.

Uno de los mayores dones que una persona puede poseer o compartir es ser
capaz de pasar por las espinas y encontrar la rosa dentro de otras
personas.

Esta es la característica del amor.
Mirar una persona y conocer sus verdaderas faltas.

Aceptar a aquella persona en su vida, en cuanto reconoce la belleza en su alma
y ayudarla a percibir que ella puede superar sus aparentes imperfecciones.

Si nosotros mostrarnos a esas personas la rosa que está creciendo en su interior, ellas superarán sus propias
espinas.

Solo así ellas podrán ver abrirse sus rosas, muchas veces.


sábado, 9 de mayo de 2015

Pensamiento8

Pensamiento7




Tu perfume




El perfume de tu amor no huele,

solo en el corazón se siente,
se lleva en el alma en silencio
y se guarda en la mente.


El perfume de tu amor no se compra,

se regala como una canción,
mi vida se rocía de tu esencia
y mi cuerpo se embriaga de pasión.


El perfume de tu amor es infinito,

como tu linda sonrisa de felicidad,
siempre quedo impregnado de ti
y de tu corazón lleno de bondad.


jueves, 7 de mayo de 2015

Luna de Mayo




Era una noche del mes 
de mayo, azul y serena. 
Sobre el agudo ciprés 
brillaba la luna llena, 
iluminando la fuente 
en donde el agua surtía 
sollozando intermitente. 
Sólo la fuente se oía. 
Después, se escuchó el acento 
de un oculto ruiseñor. 
Quebró una racha de viento 
la curva del surtidor. 
Y una dulce melodía 
vagó por todo el jardín: 
entre los mirtos tañía 
un músico su violín. 
Era un acorde lamento 
de juventud y de amor 
para la luna y el viento, 
el agua y el ruiseñor. 
«El jardín tiene una fuente 
y la fuente una quimera...» 
Cantaba una voz doliente, 
alma de la primavera. 
Calló la voz y el violín 
apagó su melodía. 
Quedó la melancolía 
vagando por el jardín. 
Sólo la fuente se oía.

(Antonio Machado)


                                                                      

Pensamiento5




Pensamiento4




domingo, 3 de mayo de 2015

Frase48




¿Quien es mamá?



QUIEN ES MAMA? Mama es esa SEÑORA que lleva en el bolso un pañuelo con mis mocos, un paquete de toallitas, un chupete y un pañal de emergencia , por si acaso...es ese COHETE tan rápido que va por la casa disparado y que esta en todas partes al mismo tiempo...es esa MAGA que puede hacer desaparecer lagrimas con un beso...es esa FORZUDA capaz de hacerle frente a cualquiera, por defender a sus criaturas (de 0 a 50 años) y levantar con un solo brazo mis 15 kilos....es esa CAMPEONA DE ATLETISMO capaz de llegar en décimas de segundo, para evitar que me caiga...es esa SEÑORA con el pelo de dos colores que
dice que en cuanto tenga otro huequito, solo otro, va a la pelu...es esa CHEFF, capaz de hacerme la cena con dos tonterías que quedaban en la heladera aunque ella se quede sin cenar...es ese MEDICO que sabe con solo mirarme si tengo fiebre, cuanta y lo que tiene que hacer...es esa ECONOMISTA que se pone la ropa de hace cientos de años para que yo vaya bien guapo...es esa SONÁMBULA que puede levantarse dormida a las 3 de la mañana, mirar si me hice pis, cambiarme el pañal, darme el jarabe para la tos, un poco de agua, todo a oscuras y sin despertarse...MAMA es aquella mujer que jamas se dio cuenta que envejecía, por ver a sus hijos realizarse, llorando de noche por que ya tienen alas y dentro de poco dejaran el nido para buscar otro y de día sonríe para que los hijos no tengan remordimiento al dejarla por que ella se siente feliz.....LA VES ?... ES AQUELLA, LA MAS GUAPA, LA QUE SIEMPRE SONRÍE Y TE MIRA CON TANTA TERNURA.


Felicidades mamá


Querida mamá.

Mamá, el otro día, observando mi ombligo, me detuve a pensar qué pequeño y curioso testimonio de una conexión tan importante, 
¡Una conexión que me recuerda cómo comenzó mi vida, cómo comencé a ser yo! 
Hoy es difícil imaginar que alguna vez fuera tan pequeño, 
que dependía completamente de alguien, Y ese alguien eras tú, mamá. 

La conmemoración oficial del "Día de la Madre" se remonta a los tiempos de la antigua Grecia cuando Rea era la gran madre de los Dioses. A lo largo de la historia se van encontrando manifestaciones de esta celebración. En la Inglaterra del siglo XVII se celebraba el "servir de domingo". Ese día las sirvientas iban a sus hogares a visitar a su madre, y festejaban el encuentro con una torta. No sería hasta el siglo XX que esta conmeración recibiría un carácter oficial de la mano de Anna M. Jarvis. Tras un encuentro familiar con motivo del tercer aniversario de la muerte de su madre, esta profesora americana tuvo la idea de dedicar un día a todas las madres. A raíz de aquí el segundo domingo de mayo de 1907 se celebró por primera vez el "Día de la Madre". 

Anna Jarvis prosiguió su campaña por el "Día de la Madre" y finalmente el 10 de mayo de 1908 se celebró esta fecha públicamente. 

En la Iglesia Episcopal de Grafton en West Virginia hay constancia de este hecho con una placa conmemorativa. Esta fecha fue decalarada oficial en 1910 por parte del gobernador del estado de West Virginia, William Glascock. En mayo de 1914 Anna consiguió que esta fecha fuera incluida en el calendario federal de los Estados Unidos. En poco tiempo, más de 40 países adoptaron esta conmemoración. 

En homenaje a una persona tan especial, en el Día de la Madre no es necesario ningún regalo de gran valor, este concepto fue implantado por el comercio. Es suficiente ofrecer algo simbólico: una flor del jardín, una postal, un poema...o un simple abrazo afectuoso, unas palabras de ternura, de reconocimiento...un simple gesto para que se sienta querida. 

Perdónenos madres hay algunas veces que las hacemos enfadar que les decimos barbaridades, las tratamos mal, pero no queremos ofenderlas. 

Una madre es capaz de dar todo sin recibir nada. De querer con todo su corazón sin esperar nada a cambio. De invertir todo en un proyecto sin medir la rentabilidad que le aporte su inversión. Una madre sigue teniendo confianza en sus hijos cuando todos los demás lo han perdido. Gracias por ser mi madre. 

                           Te Quiero Mamá