lunes, 31 de agosto de 2015

Insomnio



Se trasformó mi lecho en refinado potro de torturas.
Vosotros, los que pobláis los infinitos aposentos de la noche, tal vez queráis hablarme del ignoto lugar en el que habita el sueño.
Oscuridad, rabia, desazón... jinetes, que cabalgan imparables sobre la azul esfera.
E aire de la pequeña habitación se espesa mas y más con la terrible angustia.
¡Basta! ¡No puedo más! ¡Que alguien pida ¡por Dios! a ese traidor que extienda de una vez su manto sobre mis pobres pupilas desveladas!


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