lunes, 23 de mayo de 2016

De vez en cuando


“De vez en cuando, a lo largo del Camino, de forma inevitable nos llega el momento de la… verificación, el momento en el que nos encontramos frente a nosotros mismos y en el que nos es mostrado, al igual que un Espejo, aquello que somos o que creemos ser. Este espejo conserva exactamente muestra imagen aunque, refleja también aquello que todavía vive oculto en nuestro interior. En nuestro Espíritu, nuestra verdadera esencia, el que cuando llegamos a una etap...a fundamental de nuestra vida… viene a nuestro encuentro, colocándose ante nosotros como un espejo mágico que nos muestra el futuro, es decir, aquello que todavía no somos pero en lo que podemos convertirnos. Resulta muy difícil mirarse en ese espejo porque en él vemos también el reflejo de todo aquello que aún permanece dormido en nuestro interior; podemos contemplar el terrorífico aspecto de unos Dragones adormilados dentro de las cuevas, guardando los tesoros que se esconden en ellas… Tesoros que son los dones que nos esperan, aquellos que nuestro corazón habrá conquistado. El valor del corazón despierta el Sueño del Dragón, es decir, todo aquello que no queremos ver de nosotros mismos, aquello que nos da miedo… todo aquello que obstaculiza nuestro camino, pero que también despierta las cualidades que posee nuestro corazón, las únicas con las que podemos enfrentarnos a nosotros mismos. El valor e la acción más justa del corazón: la unión del intelecto, de la voluntad y del amor. Tu espíritu, más allá del espejo, te mira sonriente a los ojos y te tiende su mano… También tú posees el valor del corazón, pero quizá todavía no lo sepas”.

                                                                          (Virginia Escobar)




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