Siempre sonríe a la vida, a ese día que comienza, aunque sea con nubes, abre las ventanas para que entre el aire puro de la gente que te quiere, tu familia,tus amigos, para que los sepas valorar, cuida a todos aquellos que te dedica el mayor de los regalos, su tiempo y sin condiciones, valora lo sencillo de la vida, cada pequeño detalle, sin querer transformarlo siempre en algo perfecto, y jamás olvides la sonrisa sincera, que aunque creas que la vida a veces te ignora, quizás solo está esperando el momento adecuado para sonreirte.
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